Ante todo, se debe elegir la madera adecuada, de acuerdo con la función a desempeñar de la misma.
Algunos ejemplos fabricados con maderas de distinta calidad: la cerilla de cocina de madera, la vieja pinza de tender y el mondadientes. Este último puede ser de arce o abedul, mientras que la cerilla es de chopo y la pinza de haya. Cuando la caja de cerillas es de madera, también se trata de una madera ligera, chopo o abedul. Cuando la caja es de cartón debemos recordar que este material se hace con pasta de madera.
El tapón de corcho es muy ligero e impermeable, pero deja respirar al vino contenido en la botella. El barril de roble bien curado, que es resinoso e impermeable, además de ser un perfecto recipiente para el vino, resiste el ataque de su fermentación, es lo bastante sólido como para aguantar la dilatación causada por la presión de los vapores, y con el tanino confiere aroma y color al vino. Los revestimientos exteriores y las traviesas ferroviarias son de roble, alerce o pino, que resisten bien los cambios de temperatura, la humedad y la intemperie.
Esa misma necesidad de resistir la humedad y los cambios de temperatura aconseja utilizar maderas resinosas para la construcción de pequeñas embarcaciones: alerce, pino y cedro.
Para fabricar un instrumento delicado como la viola, hacen falta varias clases de madera: ébano durísimo para los apliques, arce y abeto rojo dúctiles y curvables para la caja armónica.
Estas maderas, cuyas fibras y células son paralelas y alargadas, mantienen las vibraciones durante mucho tiempo. Por eso se usan como cajas de resonancia para los instrumentos musicales.
El clarinete es de ébano, brillante, durísimo y pesado como si fuera metal. El ébano también tiene buena sonoridad, un poco metálica, pero dulce.
Con tres maderas muy duras, que se taracean y tornean muy bien, se puede hacer un ajedrez: ébano para las casillas y las figuras negras, arce para las casillas blancas y boj de Esmirma para las figuras blancas.
La regla de dibujo aprovecha la indeformabilidad del peral, mientras que el grafito del lápiz está protegido por madera de cedro, que es ligera, perfumada y facilita el afilado sin que la hoja corte también la mina. El viejo plumier está labrado a partir de una pieza única de haya clara que con la vaporización se vuelve muy dura y compacta.
El mortero puede ser de durísimo olivo, para aguantar los golpes y las fuertes presiones. Los instrumentos de cocina, tallados y torneados, que tienen que resistir los golpes, cortes, presiones, cambios bruscos de temperatura, etc, tienen que estar hechos de maderas muy duras, como el fresno, el olmo, el nogal, el haya o el arce.
El entarimado de madera para interiores, pero sobre todo para exteriores, tiene que ser de maderas duras y resistentes al roce, a la humedad y a los cambios de temperatura, como el roble, el olmo y el olivo. El entarimado de abeto blanco y pino es más delicado más cálido y suave. Es adecuado para dormitorios e interiores, porque la intemperie lo estropearía.
El mango de los paraguas y bastones han sido fabricados siempre con maderas duras o que puedan ser curvadas al vapor, como la retama, el cerezo, el fresno o la malaca.
El auténtico esquí de fondo -antes de ser sustituido por la fibra de carbono actual- fuerte, elástico y ligero, está hecho con hickory, una madera ligera, robusta, que se puede curvar al vapor.
La raqueta de tenis, curvada y pulida, que requería ligereza y fuerza, siempre fue de madera de fresno, aunque en la actualidad haya sido sustituida por otros elementos más modernos.
La pipa aprovecha como elemento decorativo la rugosidad de la superficie de la raíz del brezo. Además, ésta es la única madera que resiste un calor intenso sin quemarse: la única que puede hacer de hornillo.
Mención especial serán los muebles, amén de elementos decorativos y funcionales del hogar, cuya naturaleza es muy amplia y principal motivo de este humilde blog.
Extraído del libro “La madera, como conocerla y trabajarla “ R.Donzelli- B.Munari- P.Polato
